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Por ejemplo, si los residentes están aquí, o algunos no residentes pero que trabajan para mí, entonces yo pago por ellos, por la comida. Por lo tanto, tienes que restar el dinero de mi dinero. No importa. Te quedas con parte (del dinero) para subvencionar, para pagar a los residentes o quienquiera que trabaje para mí. [...] Y si algunas personas no tienen el dinero, entonces tú también pagas por ellos, con mi dinero, no del dinero público. [...] Esta es tu casa. Puedes entrar y salir cuando quieras. Tengas dinero o no tengas dinero, siempre puedes venir, (Gracias. Sí, sí. Gracias, Maestra.) y quedarte tanto tiempo que tu deber te lo permita. [...]
