Información
Descargar Docx
Leer más
Yo nunca os prometo riquezas. Nunca os prometo una vida fácil, un lecho de rosas. Nunca os prometo que conseguiréis cualquier cosa que queráis, aunque sea mala. Así que practicamos para eliminar el ego, el quién, el que lo quiere todo incluso cuando son tonterías, cuando no es posible. El que siempre quiere obligar a todos los demás a que trabajen para él y que quieran cosas para nada, que quieran cosas cuando él no trabaja por ellas, que quieran servirle a él mismo primero y que no piensa si en esa circunstancia eso es correcta o incorrecta. Ese es el ego.Porque Dios no nos debe nada a nosotros. Es solo para nosotros, por nuestro beneficio, que deberíamos meditar, que lleguemos a ser buenos porque es bueno para nosotros. Eso es lo que deberíamos ser al principio, en medio y al final. Deberíamos ser un buen ser humano, un ser perfecto y desarrollado por todos los lados: espiritualmente, en lo mundano, además de en la compasión, amor y espíritu de sacrificio por otros antes que nosotros mismos. Pero eso es cuando esa persona está necesitada de verdad, que los otros tengan verdadera necesidad. No que demos ciegamente solo porque yo tenga demasiado dinero, tengo que ir y preguntar: “Oh, ¿quieres un poco, quieres un poco?” “Sí, sí, sí, sí” Por supuesto, todo el mundo quiere algo, incluso cuando no lo necesita. Y eso no es lo que os estoy diciendo.Ayudad cuando lo necesiten de verdad, a los más necesitados, porque no tenemos bastante para dar a todo el mundo. Y, además, cuando no lo necesitan y les ayudas, les haces daño. Lo pones en una costumbre de dependencia y le quitas su independencia, y eso no es bueno para él. Lo matas a largo plazo. Pisoteas su dignidad, su auto estima, su auto dependencia y su espíritu independiente. Eso no se puede hacer. Eso es muy cruel. Lo arruinas. Arruinas toda su vida, su propósito en la vida. Él ha nacido aquí para esforzarse, para trabajar, para aprender con el sudor de su frente. Para saber cómo ser un ser humano, porque cuando él aprende bien, desde aquí, más tarde él puede ser un mejor santo. Él puede ser un buen santo. […]Ya os digo: Allá a donde voy, pago mi comida, y si voy a ver al médico, pago las medicinas y la tarifa del médico. Así que vosotros haced lo mismo. Incluso con compañeros practicantes aunque sean mis discípulos, porque ellos tienen que vivir. Si todos vosotros, miles de vosotros, vais a consultarlo porque él es un compañero practicante y no le dais nada, entonces él come hierba.Y tenemos que pensar. No nos aprovechamos de la bondad de nadie. Siempre que podamos, pagamos. Si no podemos, por supuesto, es diferente. Y yo pago todas las facturas de teléfono y todas las facturas de fax en cualquier lugar que me hospedo. Y siempre digo al equipo que haga eso, y si se olvidan, por favor recordádselo. Pero creo que ellos se acuerdan porque se convierte en un hábito. Lo saben automáticamente. […]Photo Caption: En primavera. El mundo entero canta ¡Feliz Año Nuevo Lunar para todos ustedes estimados espectadores y para todos los seres en la Tierra! ¡Amor para siempre!